martes, 19 de febrero de 2008

Latigazos



Igual que hace unos añitos atrás, el Coliseo Romano se llenaba para ver una gran lucha entre dos grandes Cuádrigas: Los Romanos contra los Hispanos.

El objetivo era claro: vencer para tener más cerca el reino de Europa. Las dos cuádrigas nos ofrecieron un bonito y disputado enfrentamiento, el cual terminó con la victoria Romana, debido a dos afortunados latigazos que dejaron sin sangre a los soldados Hispanos.

No entendí muy bien el planteamiento del gran César Schusteriano, de alinear a su soldado Diarrá por delante de Guti, aunque no lo hizo mal, pero es incomparable la calidad del segundo a la hora de enfundar el látigo si lo comparamos con el primero. Tampoco entendí la tardía salida al terreno de juego de los soldados Baptista y Drenthe, los cuales cambiaron el ritmo del encuentro... Cosas del César.

Los defensores Hispanos tenían la difícil tarea de evitar los ataques romanos, después de cuajar un lamentable encuentro pocos días atrás, pero las incorporaciones de Heinze, Torres y el desplazamiento de su compañero S. Ramos al lateral del Coliseo reorganizó todos los esquemas del César.
El conjunto Hispano tenía a la fiera Inglesa Robben galopando a sus anchas por la hierba del Coliseo, haciendo inútil la presencia del escudero Panucci, y demostró que su buen estado de forma empieza a ser más que evidente. Además que las grandes cantidades de monedas de plata pagadas por él, comienzan a ser más que justificadas.
Los atacantes Van Nistelrooy y Raúl demostraron, una vez más que siempre tienen la espada preparada para desenfundar, pero los Dioses de la suerte no estaban con ellos.
Dentro de 15 días, los dos conjuntos se tendrán que ver de nuevo las caras, esta vez en el férreo Coliseo Madridista, con sus gradas abarrotadas de gente, pidiendo la cabeza de los Romanos.
Creemos en la remontada.
Oremos...






1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo si ke te daba algun latigazo. Guapo.