viernes, 15 de febrero de 2008

Y a través de sus ojos pude ver...












Ayer le vi. Tapaba su boca con una bufanda y su cabeza con un gorro. Sólo se le veían los ojos. Sus ojos no eran los mismos que aquel Niño que pertenecía a las categorías inferiores del Atleti, y disfrutaba del año del doblete con la ilusión de estar algún día en el césped del Calderón. El Niño ya no es un niño.Y es que aún se me revuelve algo en el estómago cuando le veo; es como esos amores, que por falta de entendimiento, te dejan, pero que tú sabes que
durante el tiempo que estuvisteis hubo amor y sabes que dejaros, fue la mejor decisión.
Es verle y no puedo ser indiferente a su imagen. Y ayer lo vi en TV, de forma instantánea, apenas duraría 5 segundos, pero no pude borrarle de mi mente en todo el partido, quizá porque ayer tampoco hubo nada más con lo que quedarse.
Los ojos del Niño iban con las ganas de ver a un Atleti distinto que en el que él había jugado. Ese Atleti de esta temporada, que cuando quiere juega como los ángeles. El Atleti que jugó el domingo en Santander sin irnos más lejos.
Sin embargo, el Niño vio algo nada extraño para él. Sus ojos vieron uno de esos partidos que él tantas veces ha vivido una temporada tras otra, que le quita a uno las ganas de todo. Incluso tuve la tentación de quitar el partido y ponerme a leer un libro, porque me imaginaba lo que podría pasar.

El Atleti de ayer fue el que hizo dejar al Niño su casa, el desesperante, el que no hace ni una sola jugada decente, el Atleti horroroso, soporífero, sin medio del campo, que juega con 9, porque démonos cuenta señores, que ese ser, llamado José Antonio Reyes, se esta riendo de nosotros en nuestra cara, y junto a él todo el madridismo. Yo si fuese el presidente le llamaba al despacho y le diría: “Está usted despedido”, “NO, no hay lugar a la réplica”, y más ancho que largo. En fin…
El otro es Mista. Por favor, ese hombre que vuelva ya a Valencia, que le hagan un homenaje y a su casa a descansar. ¿De verdad que no hay ningún jugador del filial capaz de hacerlo mejor que estos dos? No me lo creo. Mire a la cantera señor Aguirre que para algo se invierte en ella.
Por lo demás, el resultado me da miedo. Y la posible sanción al Kun, aún más. Ya hemos caído en una eliminación así este año, trayéndonos un 1 – 0 de Valencia...
Aún así la esperanza es lo último que se pierde, y la fe, es algo que nos sobra a los atléticos, y este año hemos dado alguna muestra de poder hacer algo grande.
Como los ojos del Niño, de un niño, de cualquier niño, tenemos que volver a cubrirlos de convicción para afrontar la vuelta, hay que ir con ilusión y con la certeza de que no nos puede salir un partido tan malo como el de ida.Tenemos que ser tan ingenuos como los niños y mirar como ellos miran, para poder creer en los sueños y acudir en masa el próximo Jueves al Calderón para ver como el Atleti pasa a los octavos de final, y de ahí a los cuartos, y de ahí…

Porque ahora no es el momento de dejar de ser niño.
Porque a través de los ojos del Niño, de un niño, de cualquier niño, el sueño aún es posible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay Dios, creo que hasta yo tendré la ilusión de un niño... que veo que me quedo sin Portugal y para algo bueno que me va a aportar este Atleti...

La Ximi